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- No hay talento más valioso que el de no usar dos palabras cuando basta una.
- Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado.
- No compres nunca lo que te sea inútil bajo el pretexto de que es barato.
- Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos.
- Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevó ahí.
- No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad.
- No hay un rey que, teniendo fuerza suficiente, no esté siempre dispuesto a convertirse en absoluto.
- Estoy a favor de un gobierno que sea vigorosamente frugal y sencillo.
- La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud.
- No gastes tu dinero antes de ganarlo.
- Los momentos más felices que mi corazón conoce son aquellos en que derrama su afecto sobre unas cuantas personas estimadas.
- El más feliz es aquel de quien el mundo habla lo menos posible, sea en bien o sea en mal.
- Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie.
- Ningún gobierno puede sostenerse sin el principio del temor así como del deber. Los hombres buenos obedecerán a este último, pero los malos solamente al primero.
- A dónde podrá ir el que hasta aquí llegó, si más allá sólo fueron los muertos.
- Una opinión equivocada puede ser tolerada donde la razón es libre de combatirla.
- El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.
- El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos: es su fertilizante natural.
- Nunca he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad ejerciendo el poder sobre otros.
- El arte de la vida es el arte de evitar el dolor.
- Cuando alguien asume un cargo público debe considerarse a sí mismo como propiedad pública.
- No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
- Verdaderamente tiemblo por mi patria cuando pienso que Dios existe.
- No es posible vivir sin libros.
- No se debe ser demasiado severos con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación.
- Toma las cosas por el lado bueno.
- El dinero y no la moral es el principio de las naciones fuertes.
- Un poco de rebelión de vez en cuando es buena cosa.
- Opino con los romanos de antaño que el general de hoy debe ser manaña, si es necesario, soldado raso.
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